lunes, 24 de febrero de 2014

Mujeres cabreadas


"Mujer enfadada" por Nicolai Fechin
Éste es uno de esos artículos de mi blog que me resisto a escribir. Son temas complicados, con muchas vertientes, que temo no conocer en profundidad. Por eso quiero empezarlo diciendo que lo que voy a decir es más un proceso de exploración personal que una opinión formada. A pesar de ello, es un tema importante en el que creo que mi reflexión puede ayudar a mucha gente en su proceso de descubrimiento personal. Voy a hablar de la relación de las mujeres con la ira. Seguramente a más de una se le ocurra pensar que, siendo hombre, no tengo derecho a opinar sobre esto, lo que en realidad no es más que una forma de censura. Ya he manifestado antes que me considero feminista. Si alguien no está de acuerdo con mis opiniones que exponga las suyas en los comentarios, que para eso están.

Una de las formas más insidiosas que tiene el machismo para reprimir a la mujer consiste en suprimir su ira y su agresividad. Esto se hace a base de estereotipos destinados a menospreciar a la mujer que se enfada: es una “histérica”, una “marimandona” o incluso una “marimacho”. En EE.UU. el insulto universal para denostar a la mujer agresiva es “bitch” (perra) y que aplican tanto los hombres a las mujeres como las mujeres a otras mujeres. La idea detrás de estos reflejos tan enquistados en la sociedad es que la agresividad es uno de los privilegios del hombre que la mujer no tiene derecho a apropiarse. La cólera del macho es algo que impone respeto, mientras que la de la mujer se vuelve enseguida contra ella y se utiliza para minar su autoestima. Máxime cuando una de las reacciones naturales de la mujer enfadada es echarse a llorar, lo que instantáneamente se interpreta como un signo de debilidad e impotencia. El resultado de toda esta represión en el quitarle el poder a la mujer, tanto en el ámbito familiar como en el laboral. En caso de conflicto, la mujer deberá enfrentarse a la cólera del hombre sin poder responder con su propia agresividad. En el peor de los casos, esto marcará el principio de una situación de maltrato físico o psicológico.

A la vista de todo esto, no es de extrañar que la reacción de las feministas es la de reclamar su derecho a la ira y a la agresividad. Y lo han hecho hasta tal extremo que el feminismo ha quedado impregnado desde hace tiempo de una enorme carga de ira. A veces parece que las feministas están empeñadas en una competición interna para ver quién está más cabreada. ¡Y no se te ocurra decirles que se calmen un poco, porque se te echarán encima! Te dirán, y no les falta razón, que tienen derecho a estar enfadadas. Sobre todo si han sufrido maltratos de parte de algún hombre o han experimentado alguna otra forma de represión machista.

Pero no hay que confundir el derecho a cabrearse con la conveniencia de hacerlo. Como señalaba en mi artículo “Cuando el dragón se despierta”, la ira tiene efectos nocivos considerables para nuestra salud mental y nuestras relaciones sociales. Es verdad que los hombres somos más propensos a la ira que las mujeres. Precisamente por ello, hay un momento en nuestras vidas en que nos damos cuenta que tenemos que controlarla. Me consta que muchos hombres vivimos en un estado continuo de vigilancia de nuestra propia agresividad. Los que no lo hacen corren el riesgo de acabar siendo maltratadores, matones o explotadores de los más débiles, porque la cólera y la agresividad tienen la tendencia a convertirse en hábitos peligrosos que ciegan a los que caen en sus manos. Las mujeres, por el contrario, se ven estimuladas por las corrientes de liberación de la mujer a alentar y a expresar su ira. Aunque las mujeres tienen menos tendencia que los hombres a convertirse en maltratadoras, la ira no deja de tener efectos muy nocivos ellas, pues suele venir acompañada de otras emociones negativas como la desconfianza, el temor, la preocupación y la tristeza. Particularmente dañina es la ira que se manifiesta como un continuo estado de malhumor y hostilidad. El científico Richard Davidson, especializado en el estudio de las emociones, descubrió que el cerebro humano funciona en dos estados mutualmente excluyentes: uno dominado por las emociones negativas y controlado por el córtex prefrontal derecho y otro en el que predominan las emociones positivas basado en la actividad el córtex prefrontal derecho. Por lo tanto, cuando emociones negativas como la ira toman el control nos suelen arrastrar a un estado de infelicidad que también dificulta las relaciones sociales. Esto se ve agravado por el hecho de que las emociones tienden a convertirse en hábitos, con lo que una vez que caemos bajo el control de la ira, el miedo y otras emociones negativas, éstas tienden a invadir nuestras vidas, haciéndonos ver todo a través de su particular cristal oscuro.

Lo que me hizo llegar a estas reflexiones fueron repetidos encuentros con mujeres con tremendos problemas de ira en sus vidas. Que no se me malinterprete: no niego que esas mujeres tengan razones para estar enfadadas. De hecho, en muchos casos esa ira proviene de situaciones de maltrato. Tampoco niego que tengan derecho de estar enfadadas. Lo que digo es que la ira se convierte en una secuela más del maltrato que les impiden recuperar una vida normal. La ira enconada muchas veces da lugar a la depresión. Si, por el contrario, la ira se expresa demasiado a menudo, la mujer en cuestión puede verse abocada a una situación de soledad cuando con su hostilidad aleja a los que se le acercan. Como canta Mark Knopfler en “Nadie tiene la pistola”, arremeter contra la persona que nos quiere es completamente autodestructivo.
Thelma y Louise, mujeres en búsqueda de la libertad

La película Thelma y Louise ilustra de manera perfecta toda esta problemática de maltrato, lucha por la liberación, empoderamiento, justificación de la violencia y comportamiento autodestructivo. Louise salva a Thelma de ser violada, lo que desencadena su ira reprimida causada por su propia violación e incapacidad de castigar a su agresor. Al principio las dos viven su fuga como liberación y empoderamiento. En una escena catártica, las dos se vengan en un conductor de camión machista y más bien corto de ideas. Desgraciadamente, las cosas acaban por escapárseles de las manos y se acaban internando en un camino sin salida.


Por lo tanto, el empoderamiento que se supone que se obtiene al expresar la agresividad es cuestionable. ¿Es real o ilusorio? Es fácil llevarse a engaño, porque la ira emborracha, sobre todo cuando es compartida. La indignación, el sentimiento de superioridad moral, el enardecimiento de sentirse parte de un grupo con objetivos comunes, son emociones enraizadas en lo más profundo de la mente humana. Si no son temperadas por la duda y la razón, llevan al fanatismo, al odio y a la violencia. Esos cabreos colectivos en los que tristemente degeneran muchos movimientos políticos y sociales son notorios por su ineficacia. Producen la ilusión de movimiento pero, una vez finalizada la catarsis colectiva, todo el mundo vuelve a casa y nada cambia. Los motores del cambio real es el trabajo continuado, pertinaz y silencioso; el apoyo mutuo; la organización con un reparto eficaz del trabajo; en definitiva, las relaciones humanas basadas en la amistad, el idealismo y el altruismo. Curiosamente, mientras que la agresividad y la mentalidad de guerrero son atributos masculinos, las relaciones personales, la confianza mutua y el desinterés necesarios para crear movimientos sociales eficaces son más propias del carácter femenino. Por lo tanto, quizás lo mejor sería que las mujeres no intentaran tanto apropiarse del dudoso privilegio de la agresividad y la ira, y se aprovecharan de lo que saben hacer mejor: hacer amigas y colaborar. Ahí es dónde se encuentra el verdadero poder.

Como decía al principio, todo esto no son más que una amalgama de ideas en proceso de formación. Por supuesto, he simplificado mucho lo que es en realidad un problema enormemente complejo que no se presta a soluciones fáciles. Por eso estoy particularmente interesado en conocer qué experiencias habéis tenido con la ira en vuestras vidas.


19 comentarios:

  1. Creo que todas las emociones humanas expresadas de forma desbocada son dañinas para nuestra salud mental y en consecuencia, física. Tanto hay que aprender a controlar nuestra ira como hay que aprender a controlar nuestros lapsos de felicidad o altas expectativas hacia algo o alguien, por ejemplo.

    Es posible que todo lo que configura al ser humano tenga un límite, una "línea amarilla" que muestra una división entre destruir y crear. Porque, la ira no sólo destruye, también crea, resuelve. Es ésa energía que nos permite fajarnos los pantalones y decir lo que no diríamos comúnmente, de hacer lo que no haríamos, resolver de un tajo, con una palabra o acción, aquello que nuestro temor impide solucionar.

    Personalmente a mi me ha servido y mucho, la ira. Es sano expresarlo, sin embargo, pero sin herir o agraviar. Pues como he mencionado, al pasar ésa línea se terminan los beneficios y comienza la destrucción, donde la mente se nubla y se transforma en otros sentimientos negativos.

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  2. Está claro que todas las emociones tienen un lado positivo, si fueran siempre dañinas la evolución las habría eliminado. Sin embargo, conforme más leo sobre emociones, más confirmo la idea de que se dividen entre emociones negativas y emociones positivas, mediadas por el córtex prefrontal izquierdo y derecho, respectivamente. Las emociones negativas, sobre todo la ira, el miedo y la tristeza, suelen conducir a la infelicidad y lo mejor es ponerles coto. En cuanto a las emociones positivas, normalmente no tenemos bastantes. Sí, quizás sea posible sentir demasiada alegría, o demasiado amor, o demasiada compasión, pero no suele ocurrir. A la felicidad no la considero una emoción, es algo mucho más complejo que engloba emociones, cognición y sentido (significado, "meaning").

    En definitiva, creo que te equivocas en considerar a todas las emociones por el mismo rasero. Ten en cuenta de que hoy en día hay un montón de datos que relacionan las emociones negativas con supresión del sistema inmune, disminución de las habilidades mentales y otras cosas negativas, mientras que las emociones positivas tienen el efecto contrario.

    Seguiré tocando el tema de las emociones en artículos futuros en este blog. Estoy leyendo y pensando mucho sobre el tema.

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  3. Hermes, mis felicitaciones por tu post, me ha encantado. Quiero comentarte algo que está sucediendo a día de hoy en las últimas investigaciones sobre las emociones. Se están empezando a plantear que quizás estamos equivocados en cómo pensamos que suceden, me explico. Sucede algo y a partir de ahí aparece la emoción o es el estado nuestro (nuestra emoción) la que interpreta de una determinada forma lo que sucede? Estos estudios sobre emociones se han hecho con niños muy pequeños, y se ha demostrado que cuando se les hace expresar un gesto de emoción (por ejemplo sonreír), el estado de ánimo se modifica, la emoción que sentimos es distinta. Todo esto son nuevas proyecciones, que están aún por pulir y demostrar, pero la linea parece que va en ese sentido.

    Veo que has diferenciado una expresión puntual de una emoción, con la emotividad crónica. Creo que es muy interesante esa distinción, pues no sólo los neurotransmisores que se activan no son los mismos, sino que a nivel adaptativo tampoco lo es. La ira, en un momento dado no sólo es útil, sino necesaria, al igual que el llanto y la expresión de ciertas emociones negativas. Son como la "válvula de escape" de esa olla a presión llamada cerebro. Es necesario poder exteriorizarlo y cumple su fución. De hecho, las personas que tienen dificultades para exteriorizar emociones, sufren las consecuencias. Otra cosa bien distinta es vivir en un estado de ira continua, que no sólo no es adaptivo ni funcional sino muy destructivo. En esto de las emociones, pues como en todas las cosas, todo en su justa medida.

    Me ha resultado curioso tu dirección del post hacia la ira de las mujeres, me encanta esas ideas que se te ocurren jajaja. Es genial, aportas reflexiones que nunca se me hubieran ocurrido por mi misma. Pero, en defensa de "nuestra ira", en nuestra defensa argumentaré la fuerza del potentísimo poder hormonal.... se nos edematiza el cerebro cada mes, ¿qué esperas? :)

    Un besazo Hermes, felicidades de nuevo.

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    1. Tu comentario, xana, va al fondo de la cuestión que me preocupa últimamente: cómo disminuir las emociones negativas para ganar en felicidad. He oído a menudo la idea que apuntas: que las emociones negativas (y el estrés) no son malas cuando se dan de forma pasajera, sino sólo cuando perduran más de lo normal. Tengo mis dudas sobre esta teoría. En el caso concreto de la ira, cuando la expresamos parece aumentar, no disminuir, y evoca reacciones en las personas que nos rodean que también tienden a hacerla perdurar. Mi experiencia personal es que la ira tiende a enconarse si la alimentas, en vez de desaparecer. Esto está de acuerdo con las enseñanzas del Budismo, que dicen que a las emociones negativas hay que restarles energía cuanto antes. La metáfora de la olla a presión con su válvula de escape sería, por lo tanto, desencaminada. Es verdad que no expresar emociones es malo, pero tal vez lo mejor es eliminar loas emociones negativas cuando están en semilla, antes de puedan germinar. Esta es la técnica que yo uso en mi vida. Si mi ira ya ha aparecido, prefiero procesarla en soledad, pues si no acabo haciendo daño a la gente que quiero.

      En cuanto a por qué analizar la ira en las mujeres, fue a raíz de comprobar el daño que les hace. Yo no creo que las hormonas femeninas antes de tener la regla provoquen tanto la ira. Ni siquiera la tan denostada testosterona. Creo que el control de la ira es más cuestión de áreas cerebrales que de hormonas.

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  4. Muy buen artículo Hermes, enhorabuena.

    Yo añadiría otro tipo de ira femenina, y es, la que por desgracia, se convierte en el maltrato más generalizado de la mujer hacia el hombre.

    Puede que el maltrato del hombre a la mujer sea más físico y violento. Sin embargo el de la mujer al hombre, en la gran mayoría de ocasiones, está basado en esa "ira" que se traduce en "golpes" verbales, repetitivos y machacones que acaban minando al más pintado.Es así pues, una ira violenta y agresiva que agrede a la mente.
    Son esas personas que yo denomino grises, las que utilizan esta táctica habitualmente, y que como ell@s no son felices en su vida y en su interior se dedican a pintar de gris a todo aquel que tienen a su alrededor de forma que, su manera de estar menos mal, es dejar al otro a un nivel inferior al suyo. Hablamos pues se trataría de un tipo de lo que denominas ira continua y no de una ira por problemas puntuales.

    Por desgracia, esto lo podemos ver mucho más generalizado en la parte femenina siendo la ira la herramienta principal de dicho maltrato.

    Un abrazo

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  5. Tienes razón en que el maltrato, cuando proviene de las mujeres, tiende a ser más psicológico que físico. Supongo que es porque cada cuál aprovecha las cosas en las que tiene ventaja. Las mujeres se desenvuelven mejor con las palabras y con el control de las emociones, mientras que el hombre es más fuerte físicamente y tiende a controlar mejor el entorno físico. De todas formas, los casos de maltrato psicológico de los que soy testigo provienen de hombres y no de mujeres. También cabe pensar que a menudo el maltrato psicológico es mutuo, los dos se hacen daño.

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  6. muy buen articulo.aunque no soy una experta en el hipotálamo y el control total de mis emociones (como la gran mayoría de la gente) soy feminista y mujer un poco harta del patriarcado y se que mi discurso sonará a feminazi loca que no controla sus emociones (de momento mi ira no ha matado ni pegado ni controlado ni anulado a nadie) pero cual es la ira que se debería judgar? ¿la ira que ha matado a miles de mujeres en la historia hasta hoy o la respuesta masiva cabreada de las mujeres hacia un patriarcado opresivo? la primera opción no solo es mas violenta sino que es un ataque directo del cual las mujeres se defienden y que yo sepa la defensa de las mujeres cabreadas en masa no tiene resultados ni parecidos (nuca he oído la noticia de "un hombre ha muerto por un grupo terrorista feminista")
    No se le puede pedir a una persona que se quede in móvil mientras se le lanzan acusaciones u ostias fruto de la frustración del del otro,eso seria como pedir que acepten que se las maltrate y creo que las mujeres tenemos todo el derecho a resistirnos,si no fuera por esa rabia (respuesta) seguiríamos igual de oprimidas. Se trata de acción reacción,¿por que la preocupación de controlar la ira recae una vez mas sobre las mujeres? no debería mas de uno controlar sus emociones,impulsos y de más que ataca a las mujeres? es esa la ira que se debe controlar.Si alguien entra en mi casa y me dice que ahora manda el (o ella) yo me cabreo y probablemente no le mate pero mi reacción no será agradable...¿quien es el violento? el que entra en mi casa o el que defiende su casa?
    y no nos engañemos,el enemigo es otro,el que no ha controlado la ira y se le ha permitido no tener que hacerlo a sido otro ( el patriarcado) centrémonos en el,es esa la ira que se debe controlar,no la defensa de las mujeres hacia esa ira.aunque suene a "el mismo discurso feminista de siempre" mientras haya muertes por maltratos a mujeres,seguirá habiendo respuesta por parte de mujeres unidas (que eso de mujeres unidas a algunos les da mucho miedito,y como da miedito somos violentas) lo siento pero creo que el problema no está en cómo el feminismo emplea su rabia (que no ha matado a nadie) sino en como esta sociedad acepta que esto siga ocurriendo...que sean los maltratadóres los que aprendan a controlar su ira.
    Por otro lado,no creo que haya emociones buenas o malas,si existen es por algo,el problema es no saber que hacer con esas emociones o no saber ser responsables con tus propias emociones y actos desencadenados por esas emociones.Si no fuera por la ira (como respuesta a un ataque) estoy segura de que habría muchas mas mujeres muertas.bueno me despido,hay dejo mi mi dirscursito feminista que probablemente mate a alguien ;) espero no haber sido demasiado violenta jejeje
    de todas formas repito,me ha gustado mucho tu articulo ;)

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  7. Bueno, por una vez no doy a basto a responder a todos los comentarios...

    Nerea, si lees el principio de mi artículo, verás que estoy de acuerdo con muchos de los planteamientos feministas que expones: la agresividad como privilegio del hombre, la necesidad de luchar contra la explotación y el maltrato, etc, etc. Con lo que no estoy tan de acuerdo es con el uso de la ira, y por ende, de la violencia, para conseguir los fines del feminismo. Aquí convendría analizar un poco la historia del feminismo, y sobre todo ese nadir que supuso en los años 70 y 80 el llamado feminismo anti-porno con su postura de odio al hombre y al sexo. No, no mataron a nadie, pero hicieron mucho daño al apoyar las posturas conservadoras a las que apunta Marisa. Y lo primero que dañaron fue al propio feminismo, que fue rechazado en gran parte por las nuevas generaciones de mujeres. Menos mal que vino el feminismo sexo-positivo al rescate. Pero hasta el día de hoy los dos feminismos coexisten en una serie de actitudes contradictorias, sobre todo en temas como la pornografía, el BDSM y la prostitución. Vale ya de echarle siempre las culpas al patriarcado y a los hombres; un poco de autocrítica no le viene mal a ningún movimiento social. Este tema de la confrontación histórica entre los dos feminismos (la llamada "Guerra del Sexo") es un artículo que tengo pendiente hace tiempo. Antes de escribirlo quiero investigarlo bien, pues no deja de ser un tema muy delicado.

    Por último, apuntar que las victorias del feminismo no se consiguieron a base de ira, sino de trabajo continuado y bien organizado. Lo mismo que pasa con todos los movimientos sociales. Si te diriges a una persona gritándole consignas e insultos, lo más normal es que te lo pongas en contra. A las personas se las gana a base de diálogo, que consiste en exponer tu punto de vista pera también considerar el del otro. En eso la ira es más bien contraproducente.

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  8. Marisa, no tengo tiempo para contestarte a todo lo que dices en tus dos comentarios. Estoy muy de acuerdo contigo en eso tan bonito que dices de sobre la tristeza y sus dos caras.

    La cuestión del privilegio no tiene una respuesta fácil. ¿Qué debe hacer una persona en situación de privilegio? ¿Abandonarlo sin más? Date cuenta de que le privilegio es siempre relativo. Un hombre, o un rico, está en situación de privilegio con respecto a ti. Pero tú y yo, por el mero hecho de vivir en un país desarrollado, estamos en una situación de privilegio con respecto a la mayor parte de la humanidad. ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestro privilegio? ¿A una parte pequeña de él? El filósofo Peter Singer da una parte considerable de sus ganancias al Tercer Mundo para ser coherente con su filosofía del utilitarianismo (con la que no acabo de estar de acuerdo, pero esa es otra historia). ¿Cuántas personas que se quejan del privilegio de los que están por encima hacen algo para renunciar a su privilegio con respecto a los que están por debajo?

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  9. Creo que donde tú ves ira, sólo hay un ser manada, hacer ruido, no hacer concesiones y llamarle al pan pan y al vino, vino. A pesar de tus excelentes intenciones, estás tan acostumbrado al estereotipo de mujer que habla en susurros, a la mujer política que no se descamisa en los mítines, sino que va con el moño bien apretado, y a la señora que todo lo arregla con "diplomacia" (o sea manipulando) en vez de dando un puñetazo en la mesa, que cuando una se quita la máscara y está dispuesta a correr desnuda por el campo aullando, te crees que se le ha aflojado un tornillo. No tenemos ira crónica, es que no horneamos madalenas, hacemos flexiones. Y eso descoloca a un ojo acostumbrado al "manos blancas no ofenden". Que pensemos que las soluciones al sometimiento sistemático de la mitad de la raza no vayan a salir de ningún ministerio ni de ninguna cátedra ni del sistema judicial y nos hayamos hartado de que nos tergiversen, no nos escuchen o encima nos digan como enfocar nuestra lucha...no es ira crónica, es que estamos jodidas y nada contentas.

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    1. lavacamejor, creo que ya me conoces lo suficiente para saber que mí me gustan las mujeres "que se descamisan en los mítines" y "corren desnudas por el campo aullando". Has leído mi novela y sabes que mi protagonista, Cecilia, se ajusta bastante a esa descripción. Pero vayamos al meollo de la cuestión: ¿cómo cambiar la sociedad en favor de la igualdad de la mujer? Estoy de acuerdo contigo en que la solución no va a salir de los ministerios, ni las cátedras, ni de los juzgados. Esos señores seguirán al cambio social, no lo liderarán, como ha pasado siempre. Para producir un verdadero cambio social hay que cambiar a las personas. Porque es dentro de la mente de la gente donde se da el verdadero sexismo. Pero si es difícil hacer cambiar a tu pareja, imagínate lo difícil que es hacer cambiar a completos extraños. Pero sí que es posible. Las personas cambian cuando ellas mismas deciden cambiar. Si apelas al sentido de justicia de la gente, con una actitud positiva, con confianza, valorándolos, cambiarán. Pero si intentas culpabilizar y avergonzar, si tratas a la gente como sospechosos de inmediato, si muestras ira y desconfianza, todo el mundo te volverá la espalda. Es lo que pasa en la pareja y es los que pasa en la sociedad en general.

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  10. Si,lo he leido y es básicamente lo que me gusta de tu articulo,no puedo estar de acurdo en toda su totalidad.por otro lado creo sinceramente que no está reñido el feminismo con el BDSM, la pornografia o la prostitución...en absoluto ( puedo ser feminista y que me ponga muy cachonda que me dominen),creo que respecto a eso se ha manchado mucho la imagen.el feminismo es una lucha de muuuuchos años atras,no es algo tan nuevo y las épocas como las mentalidades y los puntos de vista han cambiado mucho, y por supuesto señalar que el feminismo no tiene la verdad absoluta en todo y que dentro de el se encuentran muchisimas dierencias,sobre todo de un pais a otro o de unos años a otros,se va desarrollando (a pesar de las diferencias seguimos unidas).A parte me atrevería a decir que si no fuese por el feminismo la liberación de la mujer en esos aspectos (poliamor,bisexualidad,BDSM,prostitución...) hoy en dia no seria posible hablar de ello tan abiertamente.el feminismo no me lo tomo como una lucha constante contra el patriarcado,mas bien como una bronca a las mujeres que no han espabilado, lo que pasa que eso automaticamente deja en un mal lugar al hombre,que mas de uno mas que proclamarse feminista debería dedicarse a las nuevas masculinidades.Todos pedimos al otro que mire su propio ombligo para darse cuenta de sus propios errores. Un buen consejo.
    Respecto a la ira...sigo pensando lo mismo,el resultado sigue siendo el mismo (mujeres muertas a manos del hombre) y eso solo es la punta de iceberg, hay mucha mierda debajo que no se ve y está muy oculto.y si,creo que si un hombre,chico,señor... (por poner un ejemplo) viene a darme la murga (o tocarme el culo) en la para del bus,la discoteca o paseando por la calle sin yo haberle pedido su mierda de opinión le responderé con ira, el violento habrá sido el,y yo le habré contestado, desde luego callada no me voy a quedar ;)

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    1. De acuerdo en todo lo que dices. Sin embargo, me gustaría analizar esto en concreto: "lo que pasa que eso automaticamente deja en un mal lugar al hombre,que mas de uno mas que proclamarse feminista debería dedicarse a las nuevas masculinidades.Todos pedimos al otro que mire su propio ombligo para darse cuenta de sus propios errores. Un buen consejo."

      Creo que te refieres a la idea de que los hombres no tenemos que meternos en el feminismo, que eso es cosa de mujeres. El razonamiento parece ser que si las mujeres dejan a los hombres intervenir en los movimientos feministas, éstos acabarán por introducir en ellos sus reflejos de superioridad y querrán controlarlo todo. Por lo tanto, cada uno por su lado: que las mujeres gestionen el feminismo y que los hombres nos dediquemos a desarrollar "nuevas masculinidades" exentas de reflejos machistas. Me parece bien que las organizaciones feministas sean lideradas sólo por mujeres. También, me interesan las nuevas masculinidades, desde que leí "Iron John" de Robert Bly y otros libros del movimiento mitopoético. Sin embargo, creo que sería un error impedir que los hombres opinemos y participemos en el feminismo. Como le decía a lavacamejor, el feminismo requiere una transformación personal que se debe basar en el diálogo entre hombres y mujeres. El feminismo real no se hace en asambleas ni en manifestaciones, se hace en casa y en el trabajo, en el día a día. Se resuelve en cuestiones banales como "¿quién friega hoy los platos?" o más serias como "¿quién va a ser investigador(a) principal de este proyecto de investigación?" El hacer callar a los hombres no es más que otra forma de censura, una actitud autoritaria como las que más. Lo único que se consigue con eso es reforzar la actitud pasiva-agresiva con la que muchos hombres reciben al feminismo hoy en día: "déjalas que chillen, que yo seguiré haciendo lo que me da la gana". Así no vamos a ninguna parte.

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    2. No quiero decir con eso que no doy voto a los hombres,por mi es bien venido a mi lucha cualquier hombre que quiera participar a mi lado.El patriarcado no solo ha hecho daño a la mujer,por eso creo que los hombres deberían luchar contra el mismo patriarcado,pero si creo que nos ha hecho daño de formas distintas.
      No se si será el mejor ejemplo pero yo puedo apoyar una lucha a favor del pueblo Africano (por poner un ejemplo) daré todo mi apoyo y luchar a su lado pero jamás habré vivido lo que realmente ha vivido el pueblo africano,no se si me explico bien. Explico por que. El patriarcado a oprimido tanto a hombres como a mujeres pero a la mujer le ha salpicado la peor de las partes,vivir en un cuerpo de mujer (con coño y tetas) a sido complicado para nuestra libertad,tener estos atributos a sido razón de "buscarnos" problemas solo por tenerlos.Nuestro cuerpo a sido negado,quemado,cuestionado,manipulado,juzgado,violado,rechazado,interrogado,olvidado,ocultado,avergonzado,forzado,maltratado,cosificado...que simplemente nos ha dejado en un lugar inferior por el simple hecho de ser distinto (en forma) al cuerpo de hombre. Las mujeres que enseñan libremente sus pechos sin prejuicios escandaliza y violenta a la mayoría de las personas en nuestra sociedad. ¿Alguna vez has sentido que te miran mal por que se te ven los pezones cuando te quitas la camiseta porque tienes calor? Es un ejemplo muy sencillo pero a mi me demuestra mucho.Como si tener tetas fuera un problema,tener la regla mas de lo mismo,y tener un coño ya ni te cuento.Hablo del cuerpo físico. Nos miran como seres peligrosos, raros, nos ponen mil interrogantes y ya ni nosotras sabemos que hacer con el.Pegunta a cualquier chavala de 15 años sobre su cuerpo,pregunta a cualquier chaval de 15 años sobre el cuerpo de una mujer,pocos te darán una respuesta clara,ni ellos ni ellas.Ahora haz la misma pregunta pero al revés. Ellos lo tienen claro,siempre han sabido lo que son ( tienen pene, son hombres) las mujeres crecemos algo confusas,no tengo pene? soy mujer ¿que es ser mujer?¿que hago con este cuerpo?¿lo escondo? es raro,no tiene pene y tiene dos bultos que parece que tienen influencia sobre los demás. ¿si se ve que puede ocurrir?¿estoy haciendo algo malo? ellos lo enseñan...por que yo no?es mejor que no lo vea mucha gente,puede provocar reacciones que no espero,mejor lo tapo...después de tanto tapar no sabemos ni lo que tenemos.Eso lo sienten los hombres? pueden entender entonces por que luchamos las mujeres?no en contra de los hombres,sino contra el patriarcado represivo en el cuerpo de la mujer por el simple hecho de serlo.que yo tenga tetas y coño no es razón para cobrar menos en un puesto de trabajo (por ejemplo) el patriarcado es violencia silenciosa y nuestra ira es la reacción a esa violencia oculta que pocos ven,por eso es por lo que defiendo la violencia que ejercen las mujeres contra el machismo oculto en la sociedad, que es muy jodido de percibir si no eres mujer y muchas veces ni siquiera siéndolo eres consciente de ello. y como decía en un principio,jamás negaré el apoyo de un hombre en un movimiento feminista, creo que los hombres tienen mucho que escupir al patriarcado,pero creo que las mujeres todavía mas y puede ser la razón de nuestra ira.por que si no gritas no te escuchan y seguirás siendo pisoteada.se que esta filosofia a muchos no les gusta.pero me repatea ver como cuando el pueblo lucha y grita unido para que no nos quiten nuestros derechos(trabajo,sanidad,educación...),esa ira se defiende (yo incluida) pero resulta que la ira que ejercen las mujeres para que se las escuche porque están siendo anuladas cada día no,eso no,hay somos violentas, somos señaladas,locas,histéricas...pues yo lo siento,me señalarán de violenta por ocupar el lugar que me pertenece en este mundo como persona, dirán que soy violenta pero estoy harta de llorar en una esquinita sin saber que hacer, acojonada de ser señalada.Si hay hombres que quieren hacerlo con nosotras bienvenidos al menos por mi parte.

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  11. Yo no estoy de acuerdo con lo que expresas... por un lado escribes "Las mujeres se desenvuelven mejor con las palabras y con el control de las emociones" y luego " "una de las reacciones naturales de la mujer enfadada es echarse a llorar"...menudo control emocional entonces, ¿no? ¿o es sólo hacia los demás?

    La verdad, creo que la ira (independientemente del género que se tenga) hay que saber controlarla y canalizarla, hay que aprender a demostrar el disgusto, la negación, la falta de acuerdo sin llegar a la agresividad porque ira o rabia no tienen por qué ser traducidas a ello.

    No creo que el feminismo en si lo pida de manera agresiva, igual el más radical, el que no se basa en una igualdad en si sino en darle la vuelta a la tortilla y tirar de "mujeres al poder". Si que es verdad que, muchas veces, las frustraciones nos "sacan de quicio" (a todos) y a veces terminamos contestando de manera inadecuada (todos) pero no me parece diferente entre ambos géneros.

    La mujer tiene derecho a cabrearse, a una pataleta, a una expresión, sin tacharle de "histérica" como bien dices, al igual que el hombre tiene derecho a hacerlo sin acusarle inmediatamente de "violento" o "maltratador".

    Creo que el mundo será un poquito mejor el día q nos demos cuenta q todos vamos en el mismo barco y q no es un concurso de a ver quien rema más en cada lado sino en remar todos a la vez para llegar a un destino mejor.

    Pero vamos, esta es tan solo mi opinión.. :)

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    1. Marta, no veo nada en lo que dices con lo que estoy en desacuerdo. En realidad, me gusta lo que has expresado. Yo tomo una actitud bastante radical hacia la ira en mi vida personal: no la dejo aparecer. El descubrir eso supuso un cambio importante en mi vida, que describo en mi post "Cuando el dragón se despierta". Quizás no sea realista el pedirle a todo el mundo que haga lo mismo. Quizás la ira en la mujer deba considerarse de forma distinta que la ira en el hombre. Pero experiencias recientes me han hecho darme cuenta de que la ira le hace mucho daño a muchas mujeres, y que les resulta difícil entender como encauzarla. Por eso escribí este artículo.

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  12. Marisa, el significado de las palabras suele evolucionar más allá de su origen etimológico. Sin embargo, aún con el significado de "ley privada" que le quieres dar, tú y yo vivimos en una situación de privilegio. Por ejemplo, existe una ley para la gente originada al sur del Mediterráneo (o del Río Grande) y otra muy distinta para la gente que nace al norte de esas fronteras. El ser un privilegiado no significa explotar a nadie (al menos no directamente), ni hacer nada malo. Se es privilegiado por nacer de unos determinados padres, con un determinado sexo o en un determinado país. Hay privilegios adquiridos, bien o mal, pero los más injustos son los que te caen (o no) por puro accidente. Ver privilegios en otros ("¡eres hombre!") sin querer ver tus propios privilegios (vives en un país desarrollado) me parece una actitud hipócrita. Ni yo ni nadie vamos renunciar a nuestros privilegios, haría falta ser una especie de asceta para hacerlo. Pero cuando vemos las cosas desde ese punto de vista puede producirse un curios cambio de perspectiva: de repente, dar dinero a una ONG (por ejemplo) deja de ser una cuestión de generosidad o caridad, y empieza a ser una cuestión de justicia.

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  13. Hay varias formas de entender el privilegio. Si lo entiendes como bienes innecesarios que se ganan de forma injusta a base de explotar a los demás, entonces lo más ético es abandonarlos. Pero si el privilegio consiste en tener cosas que necesitamos (alimento, trabajo, seguridad...) y que desgraciadamente otras personas no tienen, no se trata tanto de abandonarlo como de conseguir que todo el mundo disfrute de ellos. Quizás de esa diferencia vengan tus pegas. No se trata de igualarnos a todos en la pobreza, sobre todo mientras los ricos siguen acaparando más y más.

    También es verdad que un chispazo de ira puede venir bien para encender el motor del cambio. Pero yo creo que en muchos movimientos sociales sobra ira. Yo creo en la no-violencia, pero no es fácil de aplicarla, requiere una auto-disciplina enorme. Y esa auto-disciplina empieza por comprender y transformar los mecanismos de la ira en nuestro interior. Se me ocurría hoy que quizás la ira esté más ligada a la violencia en los hombres que en las mujeres. No te lo sabría decir... Lo que sí te puedo asegurar es que mi propia ira me lleva enseguida a imágenes e impulsos violentos. Por eso creo que lo más fácil es crear hábitos mentales que dificultan que surja la ira y así evitar la violencia de raíz.

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  14. Muy interesante todo el debate.

    Mi opinión es que dependera de con quien interactue. Me considero igualitaria y si estoy hablando con una persona que me trata de igual a igual eso es lo que encontrará, podremos hablar tranquilamente de lo que sea, incluso teniendo opiniones dispares.

    Por el contrario si estoy hablando con una persona extremista y machista (hombre o mujer) me vuelvo feminista y muy probablemente con algún ejemplo extremo. La ira explosiva (intensa y de corta duración) aparecerá cuando perciba una injusticia que me implique y buscaré solución a esa situación.
    La ira cronica supongo que apareceria de recibir a mi persona injusticas cronicas y que daria muy probablemente paso a la frustración si no consigo una solución, lo cual pondria a prueba mi capacidad de resilencia o adaptación.
    Por tanto creo que el entorno y el estado de ánimo influyen a la hora de actuar en una misma situación y la misma persona puede actuar distinto según las diferentes variables.

    Saludos y gracias por todas las reflexiones, siempre es un placer que te hagan pensar.

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