jueves, 6 de septiembre de 2018

Las víctimas de la explotación sexual representan sólo el 20% de las prostitutas y no la inmensa mayoría, como afirma El País

En su editorial del 2 de septiembre, El País ataca a la Organización de Trabajadoras del Sexo (OTRAS), un nuevo sindicato creado para proteger los derechos laborales de las trabajadoras del sexo, utilizando el manido argumento de que la prostitución es lo mismo que la esclavitud sexual. Esto es lo que dice El País (el subrayado es mío):

“El argumento del mal menor no puede ser aceptado en un asunto en el que está en juego no solo la dignidad sino la libertad de las mujeres. Porque ciertamente puede haber algunas que ejercen la prostitución por decisión libre, pero son una minoría tan exigua que en absoluto pueden considerarse representativas Estamos muy lejos de poder garantizar una verdadera libertad de elección. La realidad es que la inmensa mayoría de las prostitutas ejercen forzadas, algunas porque no tienen una opción mejor para subsistir y muchas otras porque han sido sometidas por la fuerza y viven en condiciones de esclavitud.”

Ésta es una editorial de El País, no la opinión de un escritor invitado o de uno de sus columnistas. Por lo tanto, su falta de veracidad dañaría directamente la reputación de este periódico. Tampoco les cabe defenderse diciendo que están expresando una opinión, pues cuando se habla de “minoría exiguas” o de “inmensa mayoría” se está hablando de números, es decir, de hechos y no de opiniones. Una minoría exigua ciertamente debería ser menor del 10%. Dándole la vuelta a los números, si la “inmensa mayoría de las prostitutas ejercen forzadas” su porcentaje debería de ser mayor del 90%.
¿Cuál es la proporción de prostitutas que son forzadas a hacerlo? ¿Existe alguna fuente fiable para saberlo? Dado que tanto la prostitución como la trata de personas son actividades clandestinas, no pueden hacerse encuestas directas. Sin embargo, existe un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en concreto por las Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Se titula Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual y se puede descargar completo en formato PDF aquí. Este documento ciertamente no defiende la prostitución. Ni siquiera trata de ella, sino de la explotación sexual. Sin embargo, aborda el tema de la dimensión de la prostitución en Europa y el porcentaje de la misma que deriva de la explotación sexual. Los detalles pueden encontrarse en las páginas 7 a 9 del informe. Pongo aquí un resumen de los cálculos realizados:

  • Número de víctimas de trata identificadas en Europa occidental y central (en el 2006): 7,300 víctimas.
  • Teniendo en cuenta que se identifica a 1 de cada 20 víctimas, la cifra total sería 7,300 x 20 = 146,000 víctimas. 
  • Número de prostitutas en 25 países europeos: 700,000 prostitutas.
  • Por lo tanto: 146,000 víctimas / 700,000 prostitutas = 0.2086 = 20.86% de las prostitutas que serían víctimas de la explotación sexual. 

O sea, que es justo al revés de lo que afirma El País: la mayoría de las prostitutas (el 80%) practican su trabajo de forma voluntaria. Por supuesto, 146,000 víctimas anuales es una cifra preocupante, éste es ciertamente un problema a solucionar. Pero lo que no se puede hacer es ampararse en la desgracia de unas personas para privar de sus derechos a un número aún mayor de mujeres. Sobre todo teniendo en cuenta que el legalizar la prostitución facilitaría considerablemente la eliminación de la explotación sexual, de la misma manera que los sindicatos y los derechos laborales son el mejor instrumento para evitar la explotación en otros trabajos.

Cabe puntualizar algunas cosas más:

  • Es mentira equiparar a la esclavitud sexual con la prostitución ejercida de forma voluntaria, aun cuando esta elección se realice como opción para subsistir. La inmensa mayoría de las personas de clase obrera y media realizan trabajos que no harían si pudieran ganarse la vida de otra manera. Elegir la prostitución en vez de limpiar oficinas es una elección perfectamente válida. Argüir lo contrario se basa en una visión de la sexualidad según la cual el sexo es un acto intrínsecamente degradante, que va contra la dignidad de la mujer a no ser que se realice en el ámbito sacrosanto de la monogamia. En esto, las feministas anti-prostitución coinciden con la visión del sexo promulgada por la Iglesia Católica, los conservadores y el puritanismo anglosajón. Por el contrario, la filosofía sexo-positiva contemporánea sostiene que el sexo es una actividad humana perfectamente digna y que se puede realizar por motivos muy diversos, incluido el profesional.
  • Es mentira que no se pueda ser feminista y apoyar la legalización de la prostitución. Un gran número de feministas lo hace. Por ejemplo, El estante de la Citi  y el Colectivo Hetaira. En Estados Unidos, el famoso consejero sexual feminista y gay Dan Savage apoya a los colectivos de prostitutas. Lo que ocurre es que las feministas anti-prostitución forman un grupo privilegiado atrincherado en las universidades, los partidos políticos y los periódicos, desde donde pretenden hablar por todas las feministas.
  • Es mentira equiparar el trabajo sexual a la prostitución, ya que el trabajo sexual consiste en un rango de actividades tan diversas como escribir novelas eróticas, producir pornografía, vender juguetes eróticos, practicar profesionalmente la dominación/sumisión, hacer striptease, dar masajes sexuales, y follar por dinero. En una cultura libre y sexo-positiva, se vuelve muy difícil separar muchas de estas actividades. 
  • Una cultura de consentimiento sexual debe incluir la lucha contra la represión sexual. Cuando no se permite a dos adultos el realizar un acto sexual seguro y sensato, también se infringe su libertad y su autonomía personal. 

En definitiva, la lucha por la legalización y la dignificación del trabajo sexual es algo que nos concierne a todos porque no se puede construir una sociedad sexo-positiva mientras se ataca la libertad sexual de un grupo de personas. Que un grupo de mujeres use el poder del estado para perseguir y encarcelar a otro grupo de mujeres, bajo la etiqueta del feminismo, se me antoja el colmo de la hipocresía.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con este post. Hay incluso prostitutas que son feministas y activistas como Natalia Ferrari que defienden la prostitución como un trabajo de libre elección.
    https://cronicaglobal.elespanol.com/vida/natalia-ferrari-puta-por-coherencia_68145_102.html

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    1. Gracias por tu comentario y por el enlace. Ciertamente, Natalia Ferrari es una mujer admirable. Éste es un enlace a su blog
      https://broadly.vice.com/es/contributor/natalia-ferrari

      Natalia sigue los pasos de la escritora y sexóloga Carol Queen, quien se convirtió en una trabajadora del sexo para estudiar la sexualidad humana más de cerca. Me inspiré en Carol Queen para crear el personaje de Cecilia Madrigal de mis novelas.

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  2. Estupendo artículo de Rosa Montero sobre la prostitución: "Las prostitutas y el machismo":

    https://elpais.com/elpais/2015/11/03/eps/1446554871_974966.html

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