Hermes Solenzol

Hermes Solenzol (2014)
Ardiente admiradora
de un novelista decadente
(Dama, Dama, por Cecilia)

Contacto

Biografía

Mi vida ha sido compleja, interesante y llena de aventuras. Aunque soy español de origen nací en Roma, donde pasé los primeros años de mi infancia. Aún conservo muchos recuerdos de esa etapa italiana. Aún no había cumplido los seis años cuando mis padres regresaron a España. Vivimos en Canarias una temporada y luego en Santiago de Compostela. Galicia se me metió debajo de la piel; es la tierra con el que más me identifico como mi lugar de origen. Mis años más formativos están forjados por días de lluvia incesante puntuados por escasos días en los que el sol salía para llenarme la vista de colores radiantes, como si acabaran de lavar el paisaje. Las cosas empezaron a cambiar para mí cuando mi padre me llevó a rastras a un club de niños del Opus Dei. Pronto vencieron mi resistencia inicial para iniciar un largo periodo de adoctrinamiento. A los catorce años viajé a mi ciudad natal para visitar al Papa y al “Padre”, San José María Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei. Así empezaron las presiones para que me hiciera miembro del Opus Dei.

Con 19 años, en Madrid
Hermes con 19 años, en Madrid. 
Pero entonces, cuando tenía quince años, nos tuvimos que ir a vivir a Madrid. Me tocó estudiar el último año de bachillerato en un colegio del Opus y eso fue, paradójicamente, lo que me salvó. Yo era un enamorado de la ciencia y también empecé a leer libros sobre misticismo oriental. La formación que nos daban en el colegio estaba impregnada del catolicismo más rancio y de repente entró en colisión con mi incipiente formación autodidacta sobre ciencia y espiritualidad. Tuve una dolorosa crisis, que describo en la piel de Cecilia Madrigal en mi novela “Juegos de amor y dolor”, y que culminó con mi abandono del cristianismo.

Lo que vino a continuación fue como una enorme bocanada de libertad. Empecé la carrera de Químicas con la idea de hacer la especialidad de Bioquímica. Hice yoga, leí muchísimo, y me puse a escalar. Con un amigo, me dediqué a explorar todas las organizaciones y sectas que pudimos encontrar en Madrid: los Niños de Dios, los Baha’i, Guru Maharj Ji, Swami Yogananda, Maharishi Mahesh Yogi… Los que más me atrajeron fueron los yoguis seguidores de Swami Sivananda, y luego los Siloístas, una organización entre mística y política originaria de Chile y Argentina. Viví en París un par de temporadas mientras hacía la tesis y mi primer postdoctorado. Me puse a practicar Budismo Zen.

En 1986 me vine por primera vez a Estados Unidos, con el presentimiento de dejaba atrás a España para siempre. Sin embargo, volví a España después de tres años, y pasé dos años que acabaron por desilusionarme con el futuro de la ciencia en mi país. En EE.UU. había probado el dulce licor de la investigación como científico independiente y ya no pude adaptarme a la jerarquía y estrechez de miras de la universidad española.

Primero de cordada en 'Angel's Fright', Tahquitz, California. 
En 1991 volví a EE.UU. definitivamente, esta vez en California. Me casé con una mujer a quien había conocido en mi estancia anterior en EE.UU. Aquí pude dedicarme a fondo a mis deportes favoritos: la escalada, el submarinismo y el esquí, para los que California es un auténtico paraíso. Los veintitantos años que llevo viviendo en California se han pasado como un sueño, aunque hubo cambios importantes en mi vida, como tener una hija y cambiar mi tema de investigación a la fisiología del dolor.

En el 2010 ocurrió otro cambio imprevisto… Me puse a reflejar ciertas fantasías eróticas en un incierto proyecto de novela. Añadí un par de detalles autobiográficos y de repente me encontré completamente enganchado. No podía dejar de escribir. Cada noche llegaba a casa cansado del trabajo, encendía el ordenador y me ponía a teclear hasta pasada la medianoche. Me encontré que los fines de semana ya no me apetecía irme con mis amigos a escalar o a bucear, sino quedarme en casa viviendo las aventuras de Cecilia Madrigal. En poco más de un año había terminado el primer borrador, que había crecido a unas dimensiones tan desmesuradas que me decidí a convertirlo en una trilogía. Así nacieron mis novelas “Juegos de amor y dolor”, “Desencadenada” y “Amores imposibles”, que en realidad forman una única historia. Tras intento infructuoso de publicar en Tusquets, me convencí de que lo mejor era autopublicar usando las plataformas de Amazon Kindle, Smashwords y D2D. El problema era cómo promocionar las novelas. Fue por eso por lo que creé este blog, que enseguida adquirió vida propia y evolucionó más allá de su propósito original. Me gusta escribir y hacer investigación, y no tengo tiempo ni ganas de hacer marketing. Mis novelas son buenas, estoy seguro, así que ya se venderán. Y si no, siempre me quedará el placer de haberlas escrito.

Haciendo meditación con mi gata
En el 2020, coincidiendo con la pandemia del coronavirus, me jubilé de mi posición como profesor de universidad. Con 63 años y una salud excelente, quizás sea un poco pronto para jubilarme, pero quiero iniciar una segunda carrera como escritor. Me duele en el alma dejar atrás la investigación científica, pero si quiero sacar adelante mis proyectos de libros, tengo que empezar ya.

Más cosas sobre mí

Ante todo, me considero un intelectual, con amplia formación en muchos campos del saber y una decente carrera científica. También soy un buen deportista, no de esos deportes que se ven televisión y que suelen incluir objetos esféricos, sino los que me ponen en contacto con la naturaleza y en los que no tengo que competir con nadie más que con mis propias limitaciones, como la escalada, el esquí y el submarinismo.

Otra cosa importante en mi vida es lo que llamo espiritualidad. Soy ateo, o agnóstico, dependiendo del concepto de Dios que se me plantee. Para mí, la espiritualidad gira en torno a la búsqueda del sentido de la vida, la esencia del ser humano y de la solución al sufrimiento y la muerte. Eso me llevó a estudiar Budismo. Practiqué Budismo Zen en varios países y con varios maestros, hasta que un día me harté de maestros y políticas de iglesia y decidí proseguir mi propio camino. Me siento identificado con el movimiento escéptico, aunque éste tampoco es inmune a los dogmatismos.

Hermes Solenzol: el origen de un nombre

Selfie en mitad de una via de escalada en Canadá.
Verano, 2019.
Hermes Solenzol es un pseudónimo, el que pienso utilizar como autor de mis novelas eróticas. Es una nueva identidad como escritor que estoy difundiendo en blogs como éste y en fórums de internet. Estuve mucho tiempo buscando un nombre adecuado. Como escribo tanto en inglés como en español, lo ideal era encontrar un nombre que sirviera en los dos idiomas. Al final di con “Hermes”, un nombre que me gusta por varias razones. En primer lugar, es un nombre pagano, no cristiano, del dios griego de la escritura y la magia… ¿qué mejor nombre para un escritor? Pero no era en el dios Hermes en el que pensaba cuando elegí ese nombre, sino en el héroe Hermes Trimegistus, a quien se le atribuye el compendio de escritos de la Hermética en el que se hablaba de magia y de alquimia.

¿Y “Solenzol”? Un nombre no está completo sin un apellido y encontrarlo se me antojaba todavía más difícil. Encontré “Solenzol” en una de mis canciones favoritas: “Para facer un feitizo” del grupo gallego Na Lúa. La canción es una lista de instrucciones para hacer un hechizo para curar el mal de amores; la palabra “Solenzol” se repite varias veces en ella, quizás como un conjuro.

Entrevista en Malicieux Magazine 

2 comentarios:

  1. Me complace mucho leer acerca de tu vida, ya que tus novelas me producen mucha curiosidad. Me gusta saber que te identificas como un ser "intelectual" y "espiritual"; me atrae mucho todo lo que tiene que ver con el sentido de la vida y el por qué de las cosas. Deduzco que el contenido de tus novelas tienen un "por qué" si ahondamos en tu historia de vida. Me gusta mucho cómo escribes... y evidentemente también me agrada la forma en cómo asumes la sexualidad. Saludos!

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  2. Gracias por este bonito comentario. Tienes razón, debería escribir un artículo sobre el sentido de la vida. Los temas espirituales los tengo muy abandonados en este blog. Me alegra saber que le interesan a alguien. Lo que pasa es los pocos artículos que he escrito sobre esos temas se han leído poco. Así, mi intención inicial de que éste fuera un blog multi-temático ha derivado en convertirlo en un blog sobre sexo.

    Sí, muchas cosas de las que hablo en mis novelas son autobiográficas, sobre todo en la primera novela, "Juegos de amor y dolor". Cuando las lee gente de mi generación les inspira un sentimiento de nostalgia. Cuido mucho reflejar el ambiente de la España del final de los 70, en plena Transición.

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